Aliviar el picor por el crecimiento del vello tras el afeitad: consejos y soluciones

¿Por qué siento comezón después de depilarme? De seguro, te has hecho esta pregunta al menos una vez en la vida. La respuesta está en el deslizamiento de las cuchillas sobre la piel.

Verás, los folículos pilosos no dejan de estimular el crecimiento del vello, ni siquiera durante la depilación. La combinación entre el crecimiento subcutáneo del pelo y las cuchillas puede provocar irritación y el tan molesto picor.

Los productos de cuidado femenino que utilices en tu rutina podrían favorecer la comezón por la depilación. Ingredientes como el alcohol y las fragancias suelen dejar la piel seca y escamosa, provocando tirones o la obstrucción de la maquinilla.

El picor también está relacionado con la foliculitis. Cuando los folículos pilosos se inflaman, aparecen pequeñas protuberancias o granitos que arden, duelen o dan comezón.

No todas las partes del cuerpo se afeitan del mismo modo. De hecho, esto es lo que marca la diferencia respecto a la irritación y el picor de la piel. La piel de las axilas es más sensible que la de las piernas. Del mismo modo, la zona íntima también tiene sus propias necesidades.

Cada zona requiere de técnicas diferentes para evitar irritaciones, pelos encarnados y picores desagradables. Con los conocimientos adecuados, puedes cuidar tu piel de forma óptima y sacar el máximo provecho de cada sesión de afeitado ¡sin irritación!

El picor y la irritación pueden aparecer al afeitar el vello de las piernas, sobre todo, si tienes la piel sensible. Aplicar un gel de afeitar suave y una cuchilla limpia y afilada es clave para evitarlo. Aféitate las piernas en la dirección de crecimiento del vello para evitar la irritación de la piel.

Después del afeitado, ponte una loción hidratante sin perfume que calme tu piel y prevenga el picor cuando el vello vuelva a crecer. Opcionalmente, aplica un exfoliante suave para prevenir los vellos encarnados, pero solo si tu piel ya está completamente regenerada.

La piel de los brazos suele ser más fina y sensible, por lo que deberás tener un cuidado especial al afeitarte. Usar un gel de afeitar suave te garantizará que las cuchillas se deslicen con facilidad, sin dar tirones ni provocar irritación.

Aféitate aplicando una ligera presión en la misma dirección de crecimiento del vello y evita hacerlo sobre la misma zona con demasiada frecuencia. Después, ¡asegúrate de hidratar bien tu piel! Una loción corporal suave y sin perfume será perfecta para prevenir el picor.

Consejo: usa ropa holgada después del afeitado para que tu piel pueda respirar y no se irrite.

Afeitarte las axilas puede ser un desafío, ya que la piel de esta zona es particularmente sensible. Además, a menudo está húmeda y sujeta a un estrés adicional por la fricción y el desodorante. No es de extrañar que la irritación, el enrojecimiento y el picor en las axilas aparezcan con facilidad.

Una adecuada preparación es crucial: date una ducha tibia antes para suavizar la piel y aplica un gel de afeitar delicado y nutritivo. Esto te asegurará que la cuchilla se deslice mejor y no provoque la irritación de la piel.

Al afeitarte, tensa la piel levantando el brazo por encima de la cabeza y colocando la mano entre los omóplatos para que la superficie quede lisa. Después, pasa la cuchilla siempre en la dirección de crecimiento del vello para no irritar los folículos pilosos.

Después del afeitado, dale un descanso a tu piel. No te pongas desodorante inmediatamente, sino que es mejor que uses una loción hidratante sin perfume.

Importante: usa solo cuchillas afiladas y limpias. Las cuchillas sin filo pueden dañar tu piel, favorecer la proliferación de bacterias y causar picazón a medida que vuelve a crecer el vello. Con la técnica adecuada, tu piel se mantendrá suave.

Afeitarte el pubis requiere de un cuidado especial, puesto que la piel de esta zona es particularmente sensible y reacciona rápidamente con enrojecimiento, pequeños granitos y picor. Para evitarlo, recorta antes de empezar los vellos más largos con unas tijeras y humedece bien la piel mientras te duchas.

Usa un gel de afeitar suave y aféitate con cuidado en la dirección de crecimiento del vello para evitar la irritación y el picor en la zona púbica. Asegúrate de usar una cuchilla limpia y afilada y no ejerzas presión.

Después del afeitado, tu piel agradecerá un poco de alivio: aplicar un sérum suave o una crema hidratante sin perfume puede ayudarte a reducir el enrojecimiento y a nutrir tu piel.

Esto te permitirá afeitarte el vello púbico sin picor ni quemazón cuando vuelva a crecer. Además, te hará sentir fresca y cómoda durante todo el día.

La irritación por la depilación puede ser muy molesta, pero hay varias maneras de quitar la comezón de las axilas, las piernas o cualquier otra zona depilada. Quédate con nosotros y aprende cómo aliviar tu piel en pocos pasos:

Las compresas calientes son estupendas para calmar la piel después de la depilación. Simplemente, humedece una toalla limpia en agua tibia y aplícala sobre la zona afectada. Para mejores resultados, añade una pizca de sal al agua.

La piel seca es más propensa a sufrir de picor después de la depilación. Por eso siempre recomendamos aplicar una crema hidratante sin irritantes. Algunas fórmulas incluyen ingredientes como el aloe vera para reducir las rojeces, la inflamación y la comezón.

Dejar que la piel respire reduce el riesgo de irritación por la depilación. Evita el roce constante con los tejidos y la acumulación de sudor. Te conviene usar prendas sueltas y frescas por 1-2 días.

Todos los consejos que te hemos dado hasta ahora te servirán para cuidar tu piel después de la depilación. Pero si quieres reducir al máximo el riesgo de picores por la maquinilla —además de lucir una piel más suave e hidratada— te conviene perfeccionar tu técnica:

Podar el vello le facilitará el trabajo a tu maquinilla. Así que, antes de depilarte, te conviene coger un par de tijeras. Al recortar el vello más largo, podrás deslizar la maquinilla con suavidad, reduciendo el riesgo de que aparezca uno que otro pelo enquistado.

Si quieres dejar los tirones, el picor y la irritación de lado; prepara la piel antes de la depilación. Date una ducha o baño caliente, y deja que el agua corra. Esto te dará un extra de hidratación. La humedad y el calor también ablandarán el vello haciendo que sea mucho más fácil de cortar.

Para mejores resultados, asegúrate de usar un gel de depilación de alta calidad. Esto te ayudará a reducir la fricción, minimizando el riesgo de quemaduras, irritación y comezón en las axilas tras la depilación.

Antes de depilarte, examina tu maquinilla con lupa. Comprueba que las cuchillas estén bien afiladas, ya que, de lo contrario, provocarán tirones que terminarán irritando los folículos.

Encontrar la maquinilla ideal para ti también te ayudará a evitar la comezón. Si siempre sientes picor después de la depilación, prueba la maquinilla de depilación Venus PRO Smooth Sensitive.

Este modelo viene con hojas revestidas para reducir la fuerza de corte y fricción. Además, incluye una banda lubricante SkinElixir con un toque de aloe vera para facilitar cada pasada.

Ahora que ya sabes que la principal causa de picor e irritación tras la depilación es la alteración de los folículos pilosos, debes asegurarte de reducirla al máximo. Para hacerlo, depílate en dirección al crecimiento del vello.

Dejar de depilarte a contrapelo te ayudará a evitar tirones, manteniéndote alejada de esa sensación de comezón que nadie quiere sufrir.

Lavar y depilar la piel puede provocar sequedad. Para que esto no te afecte, te conviene restaurar los niveles de hidratación justo después de la depilación. Escoger una crema corporal hidratante suave o sin fragancia te dejará la piel sedosa y humectada.

El pubis es una zona muy sensible. Por ende, es más propensa a la irritación después de la depilación. Pero, ¡no te preocupes! Te daremos algunos trucos para evitar que la comezón aparezca:

Las maquinillas de depilación están diseñadas para atrapar el vello corto (de 1,25 cm como máximo). Si tu vello es más largo, te aconsejamos podarlo primero con unas tijeras.

Antes de coger la maquinilla, remoja la zona que deseas depilar. El vello púbico suele ser más grueso que el de otras partes del cuerpo, lo que hace que el ablandamiento sea un paso esencial. Suavizar el vello con agua hará que cada pasada sea mucho más fácil de hacer. ¡Adiós a los picores!

Hidratar tu piel con regularidad, en especial después de la depilación, le dará la oportunidad al vello de crecer sin producir picor.

Busca cremas hidratantes especialmente diseñadas para después de la depilación corporal, o al menos una fórmula que no contenga fragancias ni irritantes.

Cada piel es única… Por eso es clave encontrar una rutina de depilación femenina adaptada a tus necesidades. Explorar la gama de productos de depilación de Venus será un estupendo punto de partida, ya que ha sido diseñada pensando en tu comodidad.

Si sueles sufrir de picor e irritación después de la depilación, sigue nuestros consejos. Solo así podrás evitar —y hasta quitar— la comezón de las axilas, las piernas y la línea del bikini. Prepara tu piel para la depilación y mímala cuando termines. ¡Te encantará el resultado!